viernes, 27 de abril de 2012

Mientras tanto...


Mañana gris en San Francisco. Bóveda encapotada, triste. Silencio sepulcral en aquel tumulto. Sonrisas vacías, huecas, buscando una ilusión a la que aferrarse.

Pero... era tan lúgubre el día como sus almas.
Ni una razón para sonreir. Tampoco motivo alguno para llorar.
El único camino; andar, salir corriendo, romper las cadenas internas y así volar tan alto como el sol, hacer del cielo una suave manta, rasgar sus tonos grises, llenarlo de luz.

Mientras tanto.. mañana gris en San Francisco. Bóveda encapotada, triste. Silencio sepulcral en alque tumulto.