miércoles, 10 de noviembre de 2010

El hombre nieve.


Aquel hombre se escondió bajo la nieve, sintiendo más gélida su alma que todo lo que le rodeaba. Suspiró suavemente y se dejó morir. Se fundió con la primavera deslizándose por los ríos y fue alimento para el mundo regalando su esencia sin recibir nada a cambio.

Nadie le hechó de menos. Nadie lloró su ausencia. Y continuó escondido, esta vez en algún rincón del paraiso.

1 comentario:

  1. Hermosa entrada en la que el acompañamiento de la imagen te transporta junto con las palabras a ese paisaje pudiendo imaginarse uno derritiéndose en la nieve de los tejados, las montañas, las calles... sigues siendo la nieve que esperamos con la llegada del invierno con tus entradas ^^ continúa escribiendo :)

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