domingo, 14 de febrero de 2010

Un día más...


Y otro día ha pasado... Podríamos pensar que simplemente otro día ha dado a su fin, que de nuevo nos tocará levantarnos en una mañana de lunes, un lunes en el que las temperaturas volverán a ser extremas y que nos hará sufrir cuando salgamos a la calle de ese frío que está presente en cada rincón. Pero no es así... y no lo será si en el mundo hay al menos una persona que no lo ve de ese modo... y yo ya no lo veo así porque tú logras hacerme sentir que merece la pena despertarse en un lunes frío, al que tú proporcionarás calor, en el que si hay nubes se verán de otro color y si está despejado tú serás el sol, en el que la lluvia serán tus lágrimas de alegría derramadas en mí y la nieve las delicadas caricias sobre mi rostro con tu amor.
En la vida hay muchos momentos en los que uno no sabe por dónde ir... cuál es el sendero que debe seguir y se pregunta qué será lo correcto, cuál será el más adecuado... y, si miramos atrás, nos daremos cuenta que no podemos decir que siempre hayamos escogido el mejor camino... que siempre podríamos haber elegido aquel otro que no tenía tanta maleza rodeándolo... pero qué sería de una vida sin retos que superar, sin aventuras nuevas que afrontar y sin el goce y disfrute de la diversidad en la compañía que nos encontramos en nuestro trayecto... qué sería de todo eso, si no supiéramos apreciar a quienes nos encontramos y pelear por mantener lo mejor de esas personas que nos ayudan, nos acompañan y nos apoyan en nuestro recorrido...
Por eso creo que hay tantas cosas que agradecer... tantas cosas que damos por hechas, por sabidas, debido al simple hecho de que uno mismo las conoce o cree que son y resultan obvias a ojos de todos. Sin embargo, para tratar algo con el cuidado que se merece no sirve con ponerle un poco de tierra relativamente fértil, plantar la semilla que hemos encontrado, echarle agua y dejar que crezca por su cuenta pues, aunque llegase a madurar y a salir adelante, no lo llegaríamos a apreciar del mismo modo y tampoco serviría con el paso del tiempo retomar ese descuido que nos dejamos tanto tiempo atrás...
Llegados a este punto... te doy las gracias, al igual que lo he hecho durante este tiempo y como procuraré seguir haciéndolo durante todo lo que queda por delante de un viaje que apenas ha comenzado pero que ha marcado una compañía indispensable para no perderme entre las malezas que el caminar pueda presentar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario