miércoles, 5 de agosto de 2009

No puedo...


Aún quedan 48 horas para tí, 48 infiernos para mí, y parado frente a este papel no se hacer otra cosa que extrañarte. El reloj me tortura, parece avanzar cada vez más despacio, pero puedo sentir tu olor junto a mi cara cada noche, aún estás ahí.

No hay comentarios:

Publicar un comentario