lunes, 14 de septiembre de 2009

Pensamientos


Mirando hacia atrás muchos quieren olvidar lo que vivieron, y es comprensible. En ocasiones el dolor inunda nuestras almas, el corazón parece estar partido y sus pedazos repartidos sin cuidado por distintos lugares, seguramente olvidados. Es entonces cuando deseas borrar ese mal recuerdo, y gritas lleno de rabia, pensando que sin haber pasado aquello estarías mucho más feliz.


El dolor del primer amor a quien le entregaste todo de tí. Tu primer beso, tu primera caricia, tu primera mirada con esos ojos enamorados llenos de brillo y esperanza. Y una mañana sin preguntar, sin mirar lo mucho que deja roto a su paso, hace su maleta sin cuidado y despiadadamente se marcha de tu vida. En ese momento tocas sus cartas, las lees, incluso puedes sentir la presión de sus dedos doblandola cuidadosamente. Sus palabras zalameras, las mismas que antes calmaban tu tristeza, ahora multiplican el dolor por una cifra exagerada. Te miras al espejo y logras verle despeinandote por detrás, jugando con sus manos a unirte los lunares. Oyes su voz, su tonito burlón diciendo lo fea que estás con esos pantalones nuevos, y contemplas otra vez la sonrisa picarona que se dibuja en su cara cuando te los quita suavemente. Sabes con certeza que no recorrerás más calles de su mano, que seguramente no volverá a escribir tu nombre en sus cuadernos, y aún así, tienes la certeza de que nunca dejará de ser parte de tí.


Viene después la desilusión de una amistad perdida. Por motivos que desconoces la vida decidió separaros, y aquella niña dulce y alegre que siempre jugó contigo ahora pasa junto a tí sin cruzar ni una sola palabra. La contemplas, y piensas en lo mucho que ha cambiado. Antes era un chica alocada pero que tenía las cosas claras, con su pelito corto siempre despeinado, sus pecas y sus pantalones anchos. Pero ahora es una jóven no muy alta, con una larga melena rubia ligeramente ondulada, esa sonrisa que siempre tuvo para todos es aún más hermosa, y su ropa ceñida deja ver claramente hasta la última curva de su cuerpo. Abres aquel cuaderno que os escribisteis, y lees sus palabras detenidamente. Sonries, porque es lo único que puedes hacer, eso y desear que todo le vaya de lujo, y que alguna vez volvais a estar como antes. De todos modos duele. Puedes sentir el corazón pincharse, entonces agradeces haber sufrido antes, porque eso te hizo más fuerte. Y piensas que esta pérdida te habría hecho sentir peor si no hubieras aprendido anteriormente a resurgir de tus cenizas.


Acabas por asumir que habrá miles de cambios en tu vida, que lo que ahora parece estable acabará siendo una montaña rusa de sentimientos. Decisiones que te alejan de aquellos a quienes quieres, momentos que te unirán a nueva gente, sonrisas que te harán decantarte por otras experiencias, y lágrimas que te devolverán a tu rutina anterior. Sabes que un día, tarde o temprano, te llamarán para darte una plaza en otro lugar, más o menos cercano a tus amigos, y que tendrás que aceptar por tu futuro. Entonces te tocará tomar la primera decisión realmente importante de tu vida. Para ese momento tu caminar por este mundo te habrá enseñado grandes cosas, y te hará elegir correctamente. Decidiarás mejorar tu mañana y te marcharás a estudiar a otro centro, donde empezarás más o menos de cero.

Cierto, todo parece extremadamente horrible, sin gente en la que apoyarte, sin una persona que te quite los miedos con una palabra... Pero te acabas dando cuenta de que has hecho bien. Aparecerán grandes personas dispuestas a ayudarte.

Probablemente un muchacho mirará divertido tu inexperiencia en aquel lugar, te enseñará cómo moverte por allí, y acabará tendiendote su mano para todo lo que necesites. Tal vez una joven parlanchina te hablará como si te conociera de siempre, contandote que su novio vive muy lejos, pero que le quiere, que hará mil viajes para verle, que trabaja para comprarse un piso con él, que discuten con frecuencia, pero que lo daría toooodo por una sonrisa suya. Sonrerirás, con uno de esos gestos forzados de cuando te sientes incómodo. Pero te caerá bien. Te sentirás agusto, todos te tratarán bien, y finalmente sin buscarlo... un día aparecerá.... sabrás que es él, solo necesitarás mirarle para darte cuenta, es la persona a la que buscabas. Ese por el que no te importará esperar, por el que comprenderás tantas cosas que antes quedaban fuera de tu mente. El mismo que llenará tu cabeza con cosas perfectas, y que te hará sonreir mil veces recordándote sin decirlo, lo mucho que te quiere. Y después de haber conocido todo esto llegas a pensar que tanto dolor mereció la pena, y que, aunque hayas deseado a lo largo de tu vida borrar mil momentos dolorosos, días, meses, incluso años... jamás te habrías perdonado olvidar nada de aquello. Te descubres sonriendo, tocandote los labios y sintiendo el calor del primer beso. Luego te miras al espejo y recuerdas que te has cortado el pelo como lo llevaba tu amiga de pequeña, nuevamente sonries. Pasan por tu mente millones de momentos con personas especiales, disgustos, enfados, buenas y malas noticias... Pero tu gesto no cambia, sigues sonriendo. Porque en ese instante recuerdas algo aún mejor. Pasos de cebra con este segundo gran amor que ahora ocupa tu pensamiento, paseos de la mano, momentos juntos, otros separados, pero siempre unidos de algún modo. Sonrisas que se dibujan en tu cara sin tener ningún motivo, solo porque estás junto a él. Lágrimas de impotencia. Por último recuerdas algo... algo que nunca podrás olvidar. Oyes su voz gritandote a lo lejos: ¡TE QUIERO! Ahora sabes que decididamente nunca borrarías ni uno solo de tus pasos, porque juntos formaron el camino hacia lo mejor que ha podido pasarte... ÉL.


P.D: Alex, Omara, Marina, os quiero un montón. De verdad, el cambio de instituto habría sido muy difícil sin vosotros. GRACIAS.

Paco, pequeño nubarrón de sentimientos mezclados... sabes que eres lo más bonito que hay en mi vida, siempre te lo he dicho. Quiero poder despertarme a tu lado una mañana y sonreir porque ya no tendré que despedirme. Tal vez ocurra en un futuro. Por el momento, lo que me encanta es saber que al otro lado del ordenador alguien lee feliz mis palabras, diciendo cosas geniales y haciendome sentir locamente enamorada. Siempre me tendrás para todo, mi vida, PARA TODO. Asique hazme un favor, deja que alguien sea realmente tan feliz como yo cuando te veo sonreir. Cuando vengas te llenaré de todo lo que tanto necesito darte. Te quiero (L) AH!! TONIGHT TONIGHT TONIGHT(8)

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