lunes, 5 de julio de 2010

Necrológica.


En su necrológica sólo se habían escrito palabras intensas que dibujaban con tesón y firmeza lo que aquel hombre nunca llegó a ser. Un tipo gris, anodino y tal vez demasiado vacío había sido descrito por última vez con hermosos adjetivos. Más bien había sido reinventando.

Su cuerpo sin vida se encontraba allí expuesto, como en un escaparate. Siempre me pareció cruel dejar al aire libre un cadáver de esa forma, mostrando lo frágil que es en ese momento, dejándole indefenso frente a un mundo que ya no es el suyo. Nunca fue amable, divertido, alegre, dulce, antento o cariñoso.... En cambio todo cambia con una buena necrológica. Porque... ¿cómo describir a un pobre hombre resumiendo su vida a un triste caminar sin música de fondo? Al leer aquellas cinco líneas que le habían dedicado parecía ser maravilloso. Lástima que al conocerle los resplandecientes destellos dorados se trocaran en óxido puro.

Volví a leer aquellas líneas a conciencia, para ver si entre ellas podía encontrar algo de cierto, un mínimo indicio de sinceridad. Y siendo consciente de que hacerlo sólo lograría entristecerme no controlé mi curiosidad:


Hoy, 5 de Julio del 2010 ha muerto Mario, un hombre sencillo pero siempre sonriente, atento con todos aquellos que le habían dado su apoyo en los malos momentos, caballeroso, constante, educado y soñador. Siempre deseó ser un poco más fuerte, y esta noche, al fín, cerró los ojos armándose de valor para poder volar alto en busca de su verdadera libertad.



Rompí ese papel con toda mi rabia y en un arrebato de ira lo tiré sobre el cuerpo aún caliente del hombre que un día se fue de casa dejando a mi madre sumida en una inmensa depresión. El mismo al que yo debería llamar papá. Y recordando lo poco que dejó en mi vida, y el vacío que siempre hubo en la suya, salí de aquella Iglesia sin mirar atrás.

3 comentarios:

  1. Hermoso pero triste :( Lo siento mucho.Hojala pudiera conversar contigo. No se como llegue aqui. Voy a seguir leyendo que mas tienes por aqui...

    ResponderEliminar
  2. Hola:
    No tienes que entristecerte, esta historia no forma parte de mi vida, sólo se me ocurrió por un artículo que leí no sé donde.
    Gracias por pasasrte por aquí, espero que lo que puedas encontrar en el blog te guste.
    Un beso.

    ResponderEliminar
  3. Conmovedor el pensar que una persona que pudo ser tan cercana llegue a mantener un hueco de algún modo irremplazable en la vida de otra. Al menos con tus textos conseguimos llenar pequeños vacíos de nuestras vidas

    ResponderEliminar