domingo, 5 de julio de 2009

Cuando no me necesites...


Y desperté una mañana, hueca, sin corazón... con la mano sobre aquel papel lleno de tu nombre. Cuando ya nada me quedaba de tí, y era tu ausencia lo único que me impulsaba, dándome fuerzas para luchar por algo más.


Antes de abrir los ojos recé, aunque estaba "cabreada con Dios" por lo que para algunos era demasiado común.... y es que cuanto más le necesitaba más lejano y pasivo parecía. Pero era capaz de olvidar hasta lo más preciado, únicamente por tí. De modo que recé todo lo fuerte que pude. Le pedí a ese ser superior, en el que solía desear no creer, pero que, de algún modo siempre tenía presente, que tus ojos buscaran ansiosos los míos cuando estos despertaran.... Pero una vez más, me falló.


Aquel maldito despertador señalaba las 3:00 a.m las fotos que nos hicimos juntos ocupaban toda la pared. Me fijé especialmente en esa en la que sacabas la lengua mientras yo te miraba ensimismada... No tardé demasiado en darme cuenta. Otra vez estaba llorando.


-¡Idiota!


Me gritó mi fuero interno. Me había prometido a mí mima ser feliz, intentarlo al menos, y sabía que no llegaría a nada mirando cada una de tus cosas, sentándome con tus cartas entre las piernas, y memorizando cada palabra. Pero... aunque muchos trataron de hacerme ver que lo mejor era olvidarte, yo se que vivir de tu recuerdo me hace bien.


He pasado demasiado tiempo esperando una caricia que parase mi respiración, una palabra, o tan solo una sonrisa que me hicieran recuperar la vida... y aunque tu cuerpo ria locamente ante mi desdicha, puedo esperar eternamente, porque te amo.

Eres el tierno ladrón de mi alma, el motivo de mi existir, mi paciencia, mi desesperación. ¿Y qué importa si no sabes verlo? Solo deseo que tu corazón me pertenezca, y bajo este cuerpo, cubierta con mi dolor, todo parece menos duro.

Dejé de necesitar tus labios, porque se que jugaron conmigo. Pero es que nadie entiende que cuando tú respiras se me hinchan los pulmones, y que noto el corazón pararse cuando sufres. ¿Cómo puedo evitar quererte, si no tengo otra misión en la vida? Simplemente evitaré tu dolor desde las sombras, procuraré verte feliz, y si un día dejas de necesitarme... ¡DESAPARECERÉ!

No hay comentarios:

Publicar un comentario